Historia de Sarah

Querido Maestro:

Hace tiempo que prometí escribiros y aún no lo he hecho, recuerdo con nostalgia la última vez que nos vimos, cuando me dijisteis que había llegado el momento de emprender mi propio camino y conocer ese mundo para el que me creíais preparada.

Últimamente he estado recordando muchas de las cosas que viví en la orden de guerreros, la primera que me viene a la mente fue aquella noche en la que asustada por mis pesadillas, os pasásteis toda la noche a mi lado contándome vuestras batallas cuando servíais en el ejército de Gondor, recuerdo que en ese momento deseé llegar algún día a ser como vos, valiente, noble y defender el bien por encima de todo.
A partir de aquella noche, recuerdo como cuando entrenabais a los aprendices, yo escondida tras los arbustos observaba sus movimientos, intentado imitarlos, o como practicaban con las cimitarras, terminabais y os ibais, yo salía de mi escondite, cogía un palo y trataba de imitar los golpes que había visto. Hasta aquel día en el que me visteis, recuerdo aquella sonrisa en vuestro rostro y como abrazándome me dijisteis que veíais en mí a vuestra sucesora, y que pronto comenzaría mi entrenamiento.
Fueron largos años de preparación, luchas, pruebas al mismo tiempo que burlas de mis compañeros por ser la única mujer de la orden, pero a pesar de todo fui fuerte y sus burlas me hicieron aplicarme más, hasta el día en que me dijisteis que ya no podíais enseñarme nada más, sabía que tendría que emprender mi camino y alejarme de todo lo que conocía y quería.

Sin duda lo que más recuerdo fue aquella tarde, previa a mi partida, en la cual serio, fuisteis a buscarme diciéndome que algo importante teníais que contarme antes de partir. Recuerdo como nos sentamos en el patio y vuestra mirada triste y nerviosa, como me contaste que yo no era tu hija como siempre había creído, y la triste historia que arrastraba, ignorante de mí.
En mi mente suenan tu palabras cuando relatabas aquel largo viaje hacia las montañas para vender pequeños utensilios y comprar nuevos materiales, como movido por las grandes amistades que allí tenías te encaminaste hacia el último pueblo de la montaña, veía tu mirada triste al recordar las columnas de humo que visteis desde el valle y como junto con los aprendices subisteis falda arriba sigilosos buscando una explicación. Tu mirada se volvió de terror cuando ibas relatando como el pueblo había sido quemado y sus gentes yacían muertas, mujeres, niños, ancianos… no hubo distinción, apretabas tu puño con ira al recordar las huellas de orco que encontrasteis por toda la aldea mientras buscabais un resquicio de vida entre tanta muerte; pero sin duda lo que mejor recuerdo fue como tu mirada triste fue cambiando cuando contabais como al ir bajando de la aldea, un pequeño ruido llamó vuestra atención, movidos por la esperanza de encontrar alguien vivo, os fuisteis acercando, encontrasteis el cuerpo de una mujer y a pocos metros, oculto entre los arbustos, visteis algo que se movía. Os acercásteis y me encontrasteis a mí, con solo unos meses de vida pero a salvo gracias al sacrificio de aquella mujer, mi madre tal vez….
Tras terminar el relato las lágrimas aparecieron en tus ojos y también en los míos, aún así sonreíste, te sentias aliviado de poder contarme la verdad al fin.
"No puedo devolverte tu pasado", me dijiste, "pero sí he podido darte un futuro, tómalo y vívelo según el código de honor que te he enseñado, y nunca olvides donde tienes tu casa", tras esto te marchaste dejándome sola con mis pensamientos.

Varios meses han pasado desde entonces, gracias al mapa que me diste el día de mi despedida he conseguido llegar a Bree, esa aldea de la que tanto me hablaste. En los meses que llevo aquí he hecho grandes amigos y junto a ellos me he enfrentado a grandes peligros, siempre luchando por el bien siguiendo nuestro código de honor como te prometí que haría.
Incluso he encontrado una ocupación como guía con la que ganar algún dinero, a los pocos días de mi llegada vi a un hombre algo perdido en la plaza, fui a ayudarle y me contó que era un importante diplomático de Gondor en busca de un guía que lo orientase por estas tierras, sin pensármelo dos veces y gracias a vuestro mapa. Le ayudé con su trabajo como observador y he conocido lugares increíbles junto a él, muchas aventuras hemos vivido junto a nuestros amigos y ha sido inevitable que mi relación con él haya pasado a ser más que una simple amistad, pero todo esto y mucho más os lo relataré en mis próximas cartas.

Quiero que sepáis que os llevo en mi corazón y que rezo cada día a Manwe para que os proteja en todo momento, os quiere.

Sarah

//Bueno ésta es la historia de Sarah contada de una manera diferente, espero que os guste.


CUENTA: Diana_j'reint
Solicitud de Desbloqueo.
NOMBRE PJ: Sarah Ferenn
RAZA: Humano.
CLASE: Guerrero, Maestro de Armas
NIVEL:15
ALINEAMIENTO: Neutral Buena
DEIDAD: Manwe
DESCRIPCION: Humana de 1,70 de altura, pelo castaño y ojos marrones. Leal a sus amigos, siempre dispuesta a ayudar y con gran corazón.
NIVEL DE BLOQUEO: 15

Peticion Aprobada.


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Buen rol y felicidades!