Historia Delia K'Noth

Cuenta del jugador: Yrian
Solicitud de Desbloqueo nivel 15
Nombre del personaje: Delia K'Noth
Raza: Elfo
Clase: Guerrero / Pícaro
Nivel: 8 / 7
Alineamiento: NM
Deidad: Melkor
Descripción física: Pelo largo negro con tonalidades azul oscuro, ojos violaceos claros, labios carnosos, estatura media, piel blanca.

Intro Historia: https://reinosguerreros.forosactivos.net/la-taberna-del-bardo-f7/historia-de-delia-k-noth-falsas-apariencias-t68.htm

Historia: Una lluvia horrorosa había dejado huella en los caminos cuando Delia llegó a Bree, pisando los charcos empapándose hasta los huesos, no le importaba, por supuesto unas simples botas mojadas no la detendrían en su empeño, divisó a la lejanía las grandes puertas de acceso al pueblo, sería el refugio perfecto.

Cuando cayó la noche, llegó a Bree sin muchos sobresaltos, empapada, agotada por un largo viaje y con ansias de conocer el pueblo, este era un pueblo perfecto para su posicionamiento, ya que, las gentes que habitaban el pueblo, venían de todas partes de la Tierra Media, un pueblo mercante siempre viene bien para conocer a toda clase de personas.

Tras pasar un día descansando en la posada, Delia comenzó a estudiar a los aldeanos del pueblo, sus costumbres, sus que haceres, sus movimientos, cualquier cosa que le diera poder sobre ellos, pues la información es poder, y uno mucho mas poderoso que cualquier otro, por suerte para la elfa, el pueblo siempre acoge a viajeros, y así comenzó a conocer a los vía andantes que habitaban la zona, incluso gracias a algunos de ellos, pudo adentrarse en el pueblo de Hobbiton, pasado el puente Brandivino, unas criaturas horribles habitaban las entrañas del rió, pero nada de lo que ocultaran sus adentros, podría sorprenderla ya, no ahora, su trazo estaba marcado, debía seguir recopilando información, toda la que pudiera, así le sería mas fácil su trabajo.
Esos medianos son gente indeseable, tan alegres, tan simpáticos, tan enamorados de la vida, Delia había dejado atrás todo sentimiento y con ironía aplicaba sus conocimientos sobre sus pasos.

Pasaron días y Delia siguió conociendo a los supuestos heroes de Bree, tan buenos, tan altivos, ?en que se diferencian de sus enemigos?, son tan rastreros como cualquier gnoll, si ven delante algo que no entienden, prefieren clavar sus espadas que preguntar primero. Su papel esta plantado, y así viaje tras viaje, una emboscada al este del brandivino, una visita guiada a una cueva oscura llena de Osgos peludos, o hasta un viaje por el bosque oscuro, la ayudaban a proseguir, sus victimas están listas, ella pelea a su lado, camaradas hasta la muerte, o eso es lo que les hace creer, lentos, rápidos, poderosos o insensibles, de todo ven sus ojos y lo guarda en su mente cavilando una y otra vez la mejor forma de actuar, todo por el Señor Oscuro.

Al fin Delia hizo bueno conocidos, para ella todo son falsas apariencias, nadie debe saber su papel en esta función que es la vida, y así amplió sus vivencias mas allá de los límites de Bree y Hobbiton, su próximo destino, Rasht, tras una escapada bien lograda de la torre del hechicero goblin, cuyas entrañas harían palidecer al más experimentado, divisaron los montes nevados, sería una ruta dura, muy dura, Delia no soporta el frió, sus huesos a pesar de pequeños son fuertes, pero la humedad mezclada con el cortante viento de las montañas, harían mella en ella. Cuando subieron la ladera, todo se fue mezclando con la nieve, la espesura y el blancor evitaban que sus ojos se abrieran del todo, con la capucha bien bajada protegiendo su vista en todo momento fueron surcando los montes con bastantes problemas para caminar sobre la pesada nieve, aullidos resonaban en sus cabezas y alrededor de los árboles helados, ante las miradas atentas de Delia y sus acompañantes, aparecieron salvajes bestias parecidas a tigres, pero con un pelaje blanco y franjas negras azabache, de unas mandíbulas enormes, al atacarles, se dieron cuenta de que no eran simples tigres de bosque, estos animales eran feroces y peligrosos y la batalla no fue cosa de hobbits, para poder atravesar la ultima colina, les llevo horas avanzar, al oír los gritos de sus semejantes, los demás tigres albinos salieron a su busca para proteger su territorio. Consiguieron pasar pero sus cuerpos estaban más lastimados de lo que pensaban, decidieron acampar a las orillas del riachuelo más en la profundidad del bosque nevado.

Pasaron unas horas tras encender una hoguera para calentarse, jovialmente hablaban entre ellos para pasar la larga noche que les esperaba, pero la calma no duraría mucho; tras unos árboles escondidos, un horda de asquerosos osgos blancos aguardaban el momento en que sus presas se durmieran para cobrarse sus vidas. Pero Delia no viajaba con novatos, y ella misma tenía los sentidos alerta desde su combate contra los tigres, así que fingieron somnolencia, para que sus atacantes decidieran salir de su escondrijo, y así cuando los incautos osgos blancos se acercaron con sus grandes espadas de hielo, ellos les estaban esperando, no fue rápido ni sencillo, esas malditas criaturas eran más fuertes de lo que esperaban, y más numerosos de lo que creían, la batalla fue dura, cuando quedaba poco para la victoria, otra horda de esas criaturas apareció por la retaguardia, obligando a Delia y sus acompañantes a retirarse hacia la espesura del bosque, a través de la montaña hacia sus guaridas, mal asunto pensaban, se estaban adentrando demasiado en la montaña, y se estaba haciendo de día, a la luz del sol, los osgos los localizarían.
Decidieron camuflarse con el paisaje y salir de allí usando la cabeza y no la fuerza, unos viales previamente preparados con un hechizo de invisibilidad, mejor salir con vida y vengar su perdida, que morir a manos de esos seres y no poder regresar.Historia Delia K'NothHistoria Delia K'NothHistoria

Una nube oscura se cernía sobre el bosque a orillas del Brandivino, una tormenta abatía los pueblos adyacentes a la espesura del bosque, Delia discutia entre risas con Svar, hasta ahora si más allegado compañero, la lluvia no cesaba de caer, y decidieron resguardarse bajo la protección de los árboles, pero cuando llegaron a la linde del bosque, algo raro ocurria, cientos de pisadas discernían en torno a lo que parecían ser unos incautos a los que problablemente unos bandidos habían atacado, sin ropas, ni bolsas, sin dignidad; pero si simplemente era un robo, cual era la razón para que de ellos y entre el suelo se filtrara un pequeño regero de sangre oscura. Al acercarse un poco más, pudieron vislumbrar la verdad de los hechos, eran incautos si, pero eran conocidos y allegados todos ellos, cinco cuerpos bajo la cruel luz de la luna, ¿que habría ocurrido para tal acto deshonroso?.

Minutos más tarde, apareció otro aventurero, por suerte dominaba las artes divinas, un sanador de dioses, un clérigo por lo que pudieron atraer de vuelta al plano físico a cada uno de ellos, y asi empezaron a comentar lo ocurrido, cada uno daba su versión sobre los hechos, pero....¿serian todas verdades?, o por el contrario, ¿serian razones a medias?.

Tras un tortuoso camino protegiendo a las víctimas del ataque en su caminar, llegaron a Bree con el toque del alba, atrayendo asi, todas las miradas de los plebeyos y campesinos del pueblo.

Delia ardía de curiosidad, era la oportunidad perfecta para conocer detalles, y sabia como obtenerlos de sus presas, divide y vencerás. Uno por uno fueron cayendo en sus redes, tras unas cuantas copas de más, la gente suele hablar de lo que no debe, y asi, uno desapareció de la lista que la elfa iba apuntando, solo quedaban cuatro. Cada cual dió su versión de los hechos, y si eran tan ilusos o tan torpes de mente que no llegaron a la conclusión de Delia, es que les habían golpeado demasiado fuerte en sus grandes cabezotas. Minotauros mecánicos, espectros de las sombras, y bestias gnolls salvajes, todos ellos atacando y combatiendo a la vez ante un enemigo común, los intrusos.
-¿Desde cuando un minotauro hace migas con un gnoll?- fue la pregunta que se hizo Delia.

Por suerte para la elfa, uno de los caidos, era un mago, poseedor del conocimiento de la manipulación de la urdimbre mágica, y por suerte, él si pudo vislumbrar algo más entre todo el barullo, una luz, no ese fuego interno que emana de la mirada de un guerrero al entrar en combate y saciar su espíritu, una luz más alla del conocimiento básico de la magia, un hechizo completo de visión especial, visión verdadera la llamó el gnomo que encontró en los ojos del minotauro la llamada del pesado oscurecer.
Delia sabía que algo se ocultaba más allá de lo ocurrido, tal vez alguien este moviendo los hilos de patéticas criaturas para que realicen el trabajo sucio, lo que estaba claro, es que Delia tenía la intención de sonsacar toda la información que pudiera disponer de sus víctimas en aquellos momentos, y aprovecharlas para su beneplácito. Debería dejarlo madurar, darle tiempo al asunto para encontrar la mejor manera de llevar a cabo sus planes de la manera más concordante ante sus conocidos, nadie debe sospechar nada...